LA PAZ, 16 sep (El Libre Observador) — La presencia del consultor político ecuatoriano Jaime Durán Barba en la campaña presidencial de Jorge “Tuto” Quiroga desató este martes críticas desde el Partido Demócrata Cristiano (PDC). El coordinador de campaña de esa fuerza, Andrés Torrez, acusó al asesor extranjero de carecer de escrúpulos y de intentar replicar en Bolivia estrategias de manipulación y miedo.
En declaraciones a la emisora local, Torrez comparó a Durán Barba con James Carville, estratega estadounidense que en 2002 asesoró al expresidente Gonzalo Sánchez de Lozada.
Aquella experiencia, recordó, quedó reflejada en el documental Our Brand is Crisis (Nuestra marca es crisis) y en una posterior adaptación cinematográfica. Según el politólogo, ambos representan un modelo de consultoría electoral que “deja heridas en la democracia boliviana”.
“Durán Barba es como Carville, el asesor de Goni que vino a estafar a la democracia boliviana y generar un ganador que no era el ganador”, afirmó. A su juicio, la campaña de 2002 sembró miedo y guerra sucia contra Manfred Reyes Villa, entonces rival directo de Sánchez de Lozada, quien terminó relegado al tercer lugar.
El estratega del PDC aseguró que estas prácticas no solo atentan contra la transparencia electoral, sino que también degradan la convivencia política. “No les importa el país, no les importa la democracia, no les importan las personas ni la dignidad de las personas”, denunció, en alusión a los asesores extranjeros.

Torrez sostuvo que este tipo de figuras importan “culturas del miedo y de guerra sucia” que no responden a la tradición política nacional. Exhortó a que los bolivianos “frenen” esa influencia externa y confíen en profesionales locales para conducir campañas electorales.
La figura de Durán Barba no es menor en la política regional. Considerado uno de los asesores más influyentes de América Latina, fue artífice de la campaña que llevó a Mauricio Macri a la presidencia de Argentina en 2015. Su estilo, basado en el manejo de emociones y narrativas en redes sociales, ha sido objeto de elogios y críticas por igual.
Torrez advirtió que el uso de redes sociales amplifica la manipulación de “verdades a medias” para generar pánico, lo que, según él, amenaza la estabilidad democrática. “Hay una preocupación en el país sobre esta manipulación de la verdad y las medias verdades, ahora con más efectividad con las redes sociales”, subrayó.
Pese a ello, consideró que las campañas de miedo pueden ser efectivas solo en segmentos electorales específicos. Recordó que en 2014 la estrategia de guerra sucia pudo favorecer a Quiroga en su disputa con Samuel Doria Medina por un electorado de clase media, pero aseguró que esa lógica no tendría efecto sobre la base popular que respalda al PDC.
En contraste con Quiroga, Torrez destacó que la estrategia del PDC es “100 % boliviana” y centrada en propuestas de reconciliación política, con un modelo “capitalista para todos”. Aclaró además que su propuesta no representa al socialismo, sino que apuesta por un programa liberal y democrático con base en la producción nacional.
El debate refleja la creciente tensión en el escenario electoral boliviano, donde el peso de asesores extranjeros vuelve a colocarse en el centro de la discusión. Para el PDC, se trata de un dilema de soberanía política; para los detractores de Torrez, una estrategia para marcar diferencias en medio de una campaña cada vez más polarizada.


