COCHABAMBA, 25 ago (El Libre Observador) — El siniestro ocurrió en una de las carreteras más peligrosas de Bolivia, un territorio de curvas cerradas y precipicios que conecta la cordillera de los Andes con las llanuras tropicales. Allí, en Yungas de Vandiola, el vehículo en el que viajaba el alcalde de Totora, Jhonny Cuchallo, se precipitó por un barranco de unos 300 metros. La caída fue fatal: murieron el alcalde, su esposa, el presidente del Concejo Municipal y un dirigente local. Otras tres personas resultaron heridas.
“Cuatro hermanos han fallecido; nuestro alcalde, el presidente del Concejo (Gabriel Prado), el ejecutivo de Machullunga y también la esposa del alcalde (Kelly Guzmán)”, confirmó el concejal José Acuña.
El accidente conmocionó a Totora, un municipio de la provincia de Carrasco en el centro del país, donde las autoridades locales eran reconocidas por su cercanía con la población.
“El Gobierno Autónomo Municipal de Totora expresa su profundo pesar por el sensible fallecimiento de nuestro alcalde (…) Que su legado de trabajo y compromiso permanezca siempre en la memoria de los totoreños”, publicó el consistorio en un comunicado en redes sociales.

Carreteras mortales
El siniestro no es un hecho aislado. Bolivia arrastra una larga y trágica estadística de accidentes de tránsito, especialmente en rutas montañosas y tropicales. Según datos oficiales, cada año mueren más de mil personas en percances viales en el país, una de las cifras más altas de Sudamérica en relación a su población.
Las carreteras de Yungas —tanto la célebre “Carretera de la Muerte” en La Paz como los caminos de Vandiola en Cochabamba— se han convertido en sinónimo de riesgo. Son vías estrechas, sin señalización ni protecciones adecuadas, donde un error humano, las fallas mecánicas o las lluvias torrenciales pueden ser letales.
La zona del accidente, Yungas de Vandiola, se ubica en un corredor de transición entre la cordillera andina y las tierras bajas tropicales. Su abrupta geografía, marcada por contracurvas y precipicios, la convierte en una región difícil de transitar y, al mismo tiempo, vital para conectar comunidades rurales con los centros urbanos.


